El acné es una de las patologías más frecuentes, tanto en hombres como en mujeres. El acné activo y sus cicatrices suponen un problema estético grave que, hasta el momento, ha sido difícil de tratar, ya que las soluciones tradicionales para su tratamiento eran agresivas y con diversos efectos secundarios.

En Médica AL trabajamos con tecnología láser y en un protocolo dermatológico:
Acné Repair, tratamiento para el acné y sus cicatrices mediante la aplicación del láser diodo.

El acné, también llamado acné juvenil , es una patología crónica inflamatoria del folículo pilosebáceo, que se caracteriza por la presencia de lesiones, inflamatorias o no, que pueden presentar distintos niveles de gravedad y que se distribuyen por la piel sin un patrón homogéneo, en zonas predispuestas como cara, cuello y espalda.

El folículo pilosebáceo secreta sebo, que es expulsado a través del poro. La descamación inadecuada de las células obstruye el poro, impidiendo así la salida del sebo y favoreciendo la proliferación de bacterias. Estas, especialmente “acnes”, son las responsables de la inflamación, que se manifiesta en forma de pápulas, pústulas, nódulos y quistes. El acné se produce por la obstrucción del poro pilosebáceo

El láser diodo constituye una gran alternativa terapéutica, cómoda y rápida, sin fase de recuperación y con un componente irritativo que cursa con una discreta rojez durante 3 días después de realizada la sesión.
Es un tratamiento sensiblemente más cómodo que los tratamientos , que tienen una fase exudativa que resulta muy incómoda e invalidante para los pacientes. A esta ventaja se suma su gran eficacia en profundidad, hasta espesores dérmicos de más de 1 mm de profundidad.

Limpieza facial e hidratación facial.

Médica Al Acné Repair es el protocolo de tratamiento diseñado por Médica Al tanto para el tratamiento de los brotes de acné activo como de sus marcas o cicatrices.

El acné se considera una patología crónica, por el alto nivel de recidivas y la larga duración del problema a lo largo de la vida del paciente.
Su carácter inflamatorio, su influencia genética y la necesidad de continua medicación, así como el importante impacto social que produce y sus secuelas cicatriciales, hacen del acné un problema importante para la persona que lo padece.

La luz láser nos emite luz en forma de pequeñas columnas de calor que alcanzan las capas cutáneas más profundas, sin afectar al tejido circundante ni a la superficie de la piel.
Estas columnas de calor producen una coagulación térmica que desencadena una serie de beneficios en la piel:

• Reducir la infección: El P. Acnés es una bacteria típica del acné que genera unas sustancias llamadas porfirinas, que son fotosensibles. La energía emitida por los equipos LED o IPL incide sobre estas sustancias, induciendo la destrucción de la bacteria y consiguiendo así disminuir la sobreinfección.
• Reducir la producción de sebo: el efecto térmico del láser destruye la glándula sebácea o, al menos, disminuye la producción sebácea , que consigue una remisión del acné prolongada en el tiempo.
• Disminuir la inflamación: el efecto fotocoagulante del láser sobre los vasos dérmicos dilatados en torno al folículo pilosebáceo mejora la inflamación inespecífica.